Tosiendo por la cantidad de polvo, sintiendo las vibraciones por las excavaciones, y viendo las megaconstrucciones que son las plataformas gubernamentales en la avenida Amazonas en Quito, uno no puede dejar de sentir indignación por el tremendo malgasto de estas estructuras que también son representativas del comportamiento general del gobierno central. El futuro de estas estructuras parece ser el abandono ya que pretenden almacenar a un aparato burocrático insostenible.
Adicionalmente, no puedo dejar de pensar en las necesidades sacrificadas que los cientos de millones que se han gastado en estas construcciones pudieran haber cubierto. Por último, si en realidad la burocracia necesita más espacio físico, debieron considerar invertir en edificios en el centro histórico y aportar a esa zona tan importante en vez de alimentar el capricho de meter al gobierno en medio del distrito financiero de la ciudad.