¿Volveremos a la persecución de gobiernos opresores de antaño contra ministros de culto?
¿Cómo va a operar esta investigación ante una denuncia? ¿Será posible que siquiera para “quedar bien” los “pesquisas” irán a misa o cualquier acto en la que hable un “ministro del culto” para poder testificar contra la falta cometida? ¿O pondrán micrófonos conectados a la “central de inteligencia” en todas las iglesias para grabar los sermones, prédicas, retiros espirituales, etc.? No faltarán los “chismosos” que, para hacer méritos ante la “autoridad”, malinterpreten o inventen lo que un sacerdote o ministro o seglar religioso, diga en público (o en privado). ¡Tiempos oscurantistas nos esperan…!