Hace pocos días crucé el puente peatonal de la estación norte del trolebús, en la av. 10 de Agosto. ¡Qué sorpresa!, se convirtió en verdadera hazaña la travesía, pues el piso está lleno de baches y fisuras, haciéndose necesario ‘cazar’ una que otra franja muy angosta para seguir adelante.
Pensé que era algo de vértigo, pero la misma situación atravesaron algunos jóvenes. Una persona con su niño en brazos cayó y fue muy difícil levantarlos dada la sinuosidad del piso y las mallas y pasamanos muy frágiles. Los baches cubren todo el puente desde la subida hasta el final.
Luego accedí al paso peatonal de la 10 de Agosto y Las Casas. El piso es de latas viejas que al transitar parece que ceden hacia la calle y las gradas de acceso de los dos lados son de piedras rotas y en mal estado.A esto debemos agregar la cantidad de huecos, baches, desniveles, alcantarillas rotas o sin tapas, ventas ambulantes en las calles y veredas de Quito que abundan en todos los sectores.
Para colmo, los señores choferes de buses continúan con sus ‘carreras’, en especial en la av. De los Shyris y los señores taxistas imponen tarifa fija sin respetar la orden de usar el taxímetro. Un ejemplo: de Quito a Cumbayá USD 10 (el taxímetro marcó 6,24). El sistema de transporte con tecnología de punta para nuevos articulados, Metro y biarticulados, se desvanece si no se toma en cuenta la seguridad de los peatones.
Debe repararse urgentemente todos los servicios en mal estado, antes de lamentar accidentes. Señor Alcalde, señores administradores municipales, esperamos una solución rápida.