En 1979 los hinchas de El Nacional, jugadores y cuerpo técnico de aquella época vivieron momentos de angustia al ver al equipo descender por primera y única vez en su historia a la Serie B.
Ahora, este cuadro sufre una situación parecida porque se encuentra en el noveno puesto en la tabla de posiciones acumulada. Tiene 46 puntos, uno más que Técnico Universitario e igual cantidad de unidades que el Macará. En esta lista de clubes, que luchan por seguir en la Serie A, también están Deportivo Quito y el Manta, ambos con 49 puntos.
La última derrota que sufrió el rojo ante Deportivo Quito ahondó la crisis que vive El Nacional. Generó el despido del DT local Sixto Vizuete y la posible contratación del argentino Luis Soler, en la búsqueda de evitar un segundo descenso en su historia.
El inicio de la presente temporada fue desastroso para los puros criollos, que eran comandados por el técnico uruguayo Mario Saralegui. El charrúa dirigió hasta la décima fecha de la primera etapa, cosechando tres victorias, tres empates y cuatro derrotas.
Desde entonces, ya empezaron a generarse malestares entre los jugadores por el incumplimiento en el pago de sus salarios.
En lugar de Saralegui llegó Vizuete para asumir el reto. Pero, los resultados tampoco fueron los óptimos y el equipo hoy se ubica en esa posición en la que ningún club de la Serie A quiere estar. Los problemas económicos se acentuaron, aunque la directiva logró ponerse al día en el pago de los salarios el mes pasado.
Uno de los ahora ex colaboradores del cuerpo técnico indicó a este Diario que el ambiente interno siempre fue complicado entre la directiva, encabezada por el presidente Hugo Villacís, y los jugadores. “Fuimos nosotros quienes peleábamos porque les pagaran los premios y los salarios a los jugadores. Ordenamos un poco el trabajo en las divisiones menores. Tuvimos que velar hasta por la buena alimentación de los chicos”, dijo el ex trabajador.
Marwin Pita, capitán del equipo, considera que El Nacional tiene el plantel suficiente para superar este momento y mantener al equipo en la Primera A. Sin embargo, hace un mea culpa y admite que “la irregularidad” complicó a los criollos.
“Nunca pudimos ganar dos partidos seguidos en el año. Otra prueba es que tendremos a un tercer técnico este año”, se lamentó. Es decir, el volante asegura que el fracaso de esta temporada se debió a debilidades futbolísticas.
Villacís, por su parte, también reconoce que a las contrataciones que llegaron al equipo como John Narváez, Juan José Govea, Dennys Quiñónez y Marcos Caicedo, “les ha costado acoplarse al plantel”. De paso, aceptó que El Nacional sí atraviesa una “complicada situación económica”, aunque negó que se haya atrasado en el pago de salarios a los futbolistas.
En 1979, los malos resultados condenaron al cuadro criollo, que terminó noveno entre 10 clubes participantes, solo por encima del machaleño Bonita Bananas. Los rojos acumularon 15 puntos a mitad del año, los mismos que el América (octavo), pero con peor gol diferencia.
Fabián Paz y Miño, uno de los goleadores históricos de los rojos con 155 tantos y que conquistó ocho de los 13 títulos del club, recuerda ese fatídico momento. “Fue un golpe duro para los integrantes del equipo. Nunca imaginamos que eso ocurriría porque teníamos un gran plantel”.
El ‘Flaco’ vivió ese momento desde las gradas porque un desgarro muscular lo alejó de las canchas ocho meses. Él volvió para el torneo de 1980, cuando el equipo ya recuperó la categoría.
“Esperemos que estos jugadores no vuelvan a sufrir ese instante del descenso. El Nacional es una institución grande que no merece estar así”, agregó Paz y Miño.
Milton Rodríguez, ex golero de ese equipo, justificó ese descenso por una “saturación” física. “El equipo logró el primer tricampeonato en la historia del club. Estábamos cansados, sentíamos un letargo deportivo”.
A su criterio, la situación actual es totalmente contraria porque “este equipo dejó de ser protagonista”. Además, al club rojo lo aqueja un problema económico que se reflejó en los retrasos en el pago de salarios durante el año.
En aquella época, a pesar del descenso, “la institución tuvo buena situación financiera por el aporte de las Fuerzas Armadas”, agregó Rodríguez, quien hoy asegura tener “pena y nostalgia”.
Ahora, El Nacional dejó de recibir el aporte económico obligatorio para los militares desde el 2007. Sin embargo, Tito Manjarrez, ex presidente del club, aseguró que este nunca fue un factor negativo en la economía del equipo. “Apenas representaba el 15% del presupuesto”, aseguró.
El Nacional también debe recuperar valores pendientes de las ventas de jugadores, como de Christian Benítez, por quien la actual directiva lucha por recibir USD 250 000 de parte del América mexicano, por el mecanismo de solidaridad y los derechos de formación del jugador.
¿Cuál será el futuro criollo?