La saludo para referirme a la situación del transporte público de Quito. Han pasado 14 años y no se han subido los pasajes bajo el argumento que el servicio no es de calidad. Las autoridades no dan ninguna solución real asumiendo que defienden al pueblo, culpando de todo a la cultura de los transportistas, cuando el trato corresponde tanto a choferes como usuarios, pues cada uno pone su parte. Los estudios técnicos ya han definido un precio, pero en vez de tomar una decisión como se hizo en Guayaquil o Ambato, le dan largas al asunto.
Parece que los señores transportistas son de otro planeta y no son pueblo, pero no se dan cuenta que ellos también tienen que invertir en el mantenimiento, sueldos, etc., para que el servicio funcione. Esta situación hace que el servicio decaiga, sumado a que las autoridades no han hecho nada para implementar la caja común, los controles vía GPS y biométricos, ni han determinado si las frecuencias actuales son realmente útiles. Además, esta falta de controles ha fomentado el incremento de accidentes.
En cambio, las autoridades hablan de compensaciones que deben salir de los impuestos de todos, cuando no todos son usuarios del transporte público. Ese dinero podría ser más útil para otras obras, mientras que cada usuario puede aportar 5 a 10 centavos adicionales por el servicio que usa.