“Cuando las cosas vengan mal como a veces pasa. Cuando el camino parezca cuesta arriba.
Cuando tus recursos escaseen, y tus deudas suban, y al querer sonreír tal vez suspiras y tus preocupaciones te tengan agobiado, descansa si te urge, pero no te rindas.
La vida es rara con sus vueltas y tumbos, como muchas veces comprobamos y muchos fracasos suelen acontecer, aun pudiendo vencer de haber perseverado.
Así que no te rindas, aunque el paso sea lento. El triunfo puede estar a la vuelta de la esquina. El triunfo es el fracaso al revés; es el matiz plateado de esa nube incierta que no te deja ver su cercanía, aun estando cerca. Por eso decídete a luchar sin dudar, porque en verdad, cuando todo empeora el que es suficiente, no se rinde. ¡Lucha!.”
El propósito de estas palabras, que no son mías, es darles un suspiro de optimismo, luego de un año, que estamos por terminar, lleno de graves problemas, unos más otros menos, pero no ha dejado de ser un año difícil, lleno de sufrimientos y de profundo dolor. Esperemos que el próximo año sea mejor y sigamos en la lucha, sin rendirnos. Un abrazo.