El país ha vivido días de angustia por la violencia desatada por nacionales y extranjeros, quienes tomando como pretexto la suspensión del subsidio a los combustibles llevaron a cabo acciones vandálicas causando daños considerables para el Estado y para empresarios y trabajadores cuyas instituciones fueron salvajemente saqueadas. Todos somos responsables de los daños, los unos por llevar a cabo los hechos vandálicos y los otros por haberlo permitido.
Es menester aprovechar esta experiencia para organizarnos y actuar positivamente en pro del país en base a nuestras instituciones positivas, tales como: la Iglesia, la Fuerza Pública, las Instituciones Privadas y algunas Públicas. Pues, a los que el Señor nos ha provisto por lo menos la educación, estamos obligados a apoyar a los más necesitados. Si todos nos doliéramos del ajeno y pusiéramos nuestro grano de arena en pro de los demás y nos esforzáramos para formar un solo equipo, estoy seguro que podríamos alcanzar nuestras metas para beneficio de todos, pues el Ecuador es un país único: sus tierras son fértiles, tenemos agua para consumo personal, para producir energía eléctrica y para riego. Tenemos un clima estable durante los 12 meses del año que nos permite producir los 365 días todo tipo de producto. Poseemos productos estratégicos como los combustibles, los minerales como el oro, la plata, el cobre, la pesca, la acuacultura, la ganadería, etc. Solo tenemos que organizarnos y trabajar y castigar severamente a aquellos que alteren el orden público solo para beneficiarse llevándose lo que pueden.