Son un belga, un italiano y un brasileño que ha contratado Correa para que convenzan a los nuestros que el prófugo no sabía quién es Balda ni que significa SENAIN.
Ser ‘de peso’ significa cobrar bastante y gastar bastante para ganar un juicio, y venir a esta ‘lejura’ con pasajes y viáticos incluidos debe costar una fortuna que el pícaro la tiene de sobra.
Parecería que los abogados paisanos no son de tanto peso para Correa.
Pero así es la vida y le puede pasar lo que con su rodilla no resuelta por los pesados traumatólogos cubanos y finalmente sí, por los livianos ecuatorianos.
Uno de los ‘pesados’ importados sugirió en canal 8 que en nuestros jueces no se puede confiar (¿?) y que por ello la Interpol ha detenido el apresamiento de Correa.
Pero al final el sentido común se impondrá, el fiscal y los jueces lo condenaran y deberá vivir en el exilio perseguido por sus cucos contra los que no podrá su guardia pretoriana.