Desde que el pais regreso a la democracia a finales de la década de los 70, hemos venido escuchando a todos y cada uno de los candidatos a la presidencia de la República el mismo discurso… palabras más, palabras menos, de que es lo que se debe hacer para sacar al país de la crisis en la que se encuentra. Todos los que se han postulado a la Presidencia creen ser los ungidos y con la respuesta para cambiar milagrosamente al país en cosa de 100 días.
Iluso país e ilusos los ciudadanos que cada cuatro años tenemos que asistir a este bochornoso baratillo de ofertas que los pseudo mesías de derecha, centro e izquierda nos ponen al frente. Todos estamos hartos de 40 años de promesas incumplidas, de ofertas vacías, de ver como los que han llegado al poder se han levantado con el santo y la limosna, dejando las arcas del Estado vacías mientras ellos gozan de sus millones mal habidos…
Ninguno de los dos candidatos finalistas me parece que sea una buena opción para el país, no porque sean malos como personas o profesionales, sino porque ninguno de ellos ha podido decir como – con una legislación engorrosa, arcaica, que impide los cambios y traba toda iniciativa, y con una maquinaria estatal ineficiente y corrupta -, va a enrumbar el pais hacia un modelo de desarrollo sostenible que brinde mejores condiciones de vida, salud y trabajo para las actuales y futuras generaciones.
Basta del qué hacer, eso lo sabemos todos. Es hora de poner en el tapete el cómo… nos guste o no. En todo caso, quien sea que gane, tenga al menos una remota idea de como sacar al país de la crisis en la que esta. Ojalá…