Los grupos criminales que acechan la seguridad nacional e internacional, desde el inicio de la pandemia no han parado con su industria ilegal. Muchas de estas redes transnacionales, especialmente, los productores del alcaloide enviaron grandes alijos de narcóticos con el fin de mantener sus economías ilegales a flote y abastecer los mercados de consumo internacional. Sin embargo, las restricciones impuestas debido a la pandemia no paralizaron este accionar delictivo, especialmente, en la cadena de producción que ha permitido a la fecha tener una sobreproducción de drogas.
El confinamiento causó un desabastecimiento en ciertos mercados internacionales, además, del incremento del valor de la sustancia debido a la oferta y la demanda; tomando en cuenta, que al haberse limitado la movilización humana, el servicio comercial de transporte de carga aumentó su volumen de importaciones y exportaciones, haciendo que las redes criminales aprovechen y usen esta modalidad de envío como una forma de realizar el transporte de las drogas a Europa, muestra de eso, es la mayor aprehensión de droga efectuada en Alemania con 16,5 toneladas de cocaína, en un solo operativo de un contenedor procedente de Latinoamérica, rebasando inclusive el promedio anual de aprehensiones de droga de ese país europeo, al igual, que el suscitado en Bélgica donde se incautó 7 toneladas, permitiéndonos inferir que las redes criminales no han parado con sus actividades ilícitas y sus economías ilegales debido a la pandemia.