La Unión Nacional de Educadores (UNE), bajo la dirección de la nueva presidenta Mariana Pallares, ha escogido una nueva manera de protesta o reclamo de sus aspiraciones gremiales, diametralmente opuesta a la metodología antigua del garrote, agresión y destrucción de los bienes ajenos, a la vocinglería y gresca mafiosa como acostumbraban junto con el MPD. Gracias a la decisión del Gobierno de impedir las contribuciones obligadas de los maestros y la supresión de los permisos gremiales de sus dirigentes les deja sin piso la organización antigua de las famosas marchas temidas por la ciudadanía. Hoy se movilizan ordenadamente y marchan en busca del diálogo, como debe ser, para reclamar lo que creen que es justo para ellos… No creo que deban reclamar por las ocho horas de trabajo, como todo empleado público lo hace, sino porque se les reconozcan los salarios justos por el aumento de horas laborables. Por su parte, la ministra Gloria Vidal debería aprovechar esta solicitud de diálogo de UNE y tratar de solucionar sus problemas en paz y sin esperar la fuerza ni la agresión. Esta actitud de UNE es bien vista por la ciudadanía y nuestro apoyo incondicional a sus métodos actuales de diálogo que bien dice de un gremio que siempre debió dar ejemplo de educación y buenos modales.