Me permito felicitar a su medio por el excelente artÃculo publicado el 10 de abril en referencia a los motociclistas. Además, quiero comentar brevemente que los ciudadanos que conducimos vehÃculos somos vÃctimas de los motociclistas hoy en dÃa.
Debido al denso y caótico tráfico de Quito, el número de motociclistas se ha incrementado. Entre ellos, mensajerÃas, servicios de correspondencia, comida a domicilio, sumados a los de la PolicÃa Nacional, PolicÃa Metropolitana y por supuesto, los infaltables delincuentes.
Conducir un vehÃculo frente a todos estos motociclistas se ha convertido en algo heroico. Ellos invaden vÃa, se cruzan entre autos, no respetan las veredas y manejan a su antojo.
Hace varios dÃas un motociclista me increpó con términos ofensivos al transitar por el corredor periférico norte a la altura de Calderón.
Él conducÃa detrás mÃo y maldecÃa porque yo obstaculizaba su transitar en el carril izquierdo, cuando la velocidad de los dos superaba los 90 kilómetros /hora.
Claro, él no podÃa ir por el carril central ni derecho porque habÃa otros automotores. Menos mal no habÃa manera de detenernos, porque seguro hubiese sido objeto de otro tipo de agresiones.