Me refiero a tres medidas que han propuesto o han adoptado las autoridades en afán de solucionar problemas de la sociedad, pero que a simple vista se presume no darán ningún resultado y que seguramente serán “remedios peores que las enfermedades”. La primera medida que ha adoptado el Municipio de Quito para combatir la plaga de desadaptados que manchan las paredes, es gastar el dinero de los contribuyentes para hacer una campaña que pide comedidamente a los vándalos que vayan a pintar en los espacios para expresarse que el Municipio ha creado y que les pide, por Dios no manchar las paredes. La segunda medida es también del Municipio por la cual, para evitar los terribles accidentes de tránsito que se producen en las carreteras, ha dispuesto que en la revisión mecánica de este año, se prohíba el uso de “defensas delanteras” o zumbaburros en los vehículos, con lo cual queda el conductor desprotegido y listo para recibir el impacto de los buses interprovinciales. Por último, el señor Superintendente de Bancos y Seguros, ante la posibilidad de aprobar la reforma sobre las hipotecas, como solución propone que se revisen los avalúos catastrales municipales para convertirlos en comerciales.
¿Ningún asesor le habrá comunicado que las instituciones financieras conceden los préstamos sobre la base del valor comercial del inmueble, mediante informes de peritos autorizados por la propia Superintendencia?