La marcha del 1 de Mayo fue espectacular. Jóvenes, adultos y ancianos manifestaron su enojo por tanta agresión y prepotencia. Hubo bandas, baile, comparsas, consignas claras y contundentes. La plaza de San Francisco se llenó varias veces y había varias cuadras de ciudadanos pugnando por llegar. Una vez más estuvimos quienes estamos convencidos de que el país necesita un cambio. No nos llevó nadie, no nos pagaron, no tuvimos refrigerio. En el otro lado, se informa que hubo muchos pero en las pantallas los vimos callados, adustos. La “prensa corrupta” nos permitió ver centenares de buses que habían venido a Quito.