El año que feneció, se llevó en sus alas voces que hicieron historia, como Lucho Gatica uno de los más grandes boleristas, que dejo una impronta en la música latinoamericana, al igual que Charles Aznavour, en la francesa e internacional, como Camilo Sesto y José José en las interpretaciones hispanas de nuestra época.
Igualmente lamentable en la política del país, retornaron las viejas prácticas del reparto y los maletines, corrupción en el sector petrolero detectado en EE.UU. pero aun no aclarado internamente, así como la intervención por irregularidades en el sector eléctrico, y denuncias de atracos en el IESS, como resultados de innecesarios trances con sectores cuestionados de la politiquería. Pero es preocupante que en el área policial otrora eficiente, han vuelto anomalías como a un allegado por una reyerta con un conductor agresivo que llevo la peor parte, fue retenido ilegalmente, pese a ser una contravención, para presionarlo a tranzar con el supuesto perjudicado.