Mujeres desempleadas, en busca de un oficio que les dé el sustento diario, decidieron con la ayuda de una Concejala de Quito abrir la ruta para consumar su propósito el Taxi Rosa que como apareció en la TV no llegó a feliz término por diferentes razones. Lo que llama la atención es que no basta con obtener una licencia para conducir un vehículo mucho peor si esta persona se va a dedicar a conducir un taxi, pues para ello se requiere una habilidad consumada y de mucha instrucción y educación vial, claro que decir todo esto contrasta con el caos que vivimos día a día en el trafico quiteño por la cantidad excesiva de unidades amarillas al mando de choferes que hacen lo que les viene en gana ,se parquean donde se les antoja, por lo que la Agencia Nacional de Tránsito debería ser más estricta en el otorgamiento de estas licencias estableciendo nexos, por ejemplo, con los administradores del Autódromo de Yahuarcocha para que con la selección de pilotos experimentados que sí los hay en el país se conforme una fase obligatoria de exámenes a los futuros choferes de taxi y tomarles una prueba decisiva, que avale su presencia en las calles por lo pronto la llegada de las damas a la clase del volante amarilla se advierte con todos estos síntomas ya que inexorablemente las veremos en las calles en corto plazo. Ojalá en julio el pico y placa todo el día sea también para los taxis.