El ‘segundo pilar’ de las pensiones, la Jubilación Patronal, denominada también ‘planes de empresa’, constituye el fondo previsional constituido por los aportes que obligatoriamente realiza la compañía o empresa a nombre del trabajador. Si el trabajador cambia de empresa (algo normal a lo largo de su vida laboral) se lleva consigo esa bolsa de ahorro, de la que podrá disfrutar cuando se jubile.
El objeto de esta jubilación o plan de empresa es complementar la pensión pública del jubilado. El trabajador debe saber de la indispensable y hasta imperiosa necesidad de tener este derecho, entre otras cosas porque el primer pilar (la parte de reparto) que puede ser exigua, no debe ser la única fuente de ingresos para su sostenimiento durante el resto de su vida. Es necesario insistir que los expertos alertan desde hace años que la tasa de sustitución (relación pensión vs. último ingreso como activo) va a bajar inexorablemente. El Estado no puede garantizar una pensión con una tasa de sustitución superior al 60%, razón por la que existe la Seguridad Social Complementaria.
La propuesta de jubilación patronal que presenta el ministro del Trabajo resulta frustrante, exigua y perjudicial. Seguramente el asesoramiento empírico e ingenuo no advirtió que destroza e objetividad, racionalidad, rigor técnico y fidelidad. Absurdamente propone administrar en un seguro privado el fondo con un aporte del 2% del salario en una cuenta individual. Con la más leve reflexión se comprueba que no se ha hecho la más simple valoración.
El fondo de ahorro individual de cesantía en el IESS, que el trabajador con salario cotizable promedio logra constituir durante su vida laboral, apenas bordea los USD diez mil (aporte del 2%). Quien se jubila habiendo laborado 25 años, tiene una esperanza de vida que supera los 20 años; al costo del prolongado tiempo de pensionamiento agréguese las altas comisiones de las administradoras privadas, la pensión que se puede ofrecer es irrisoria. ¡Por favor!, tomemos las cosas con más de seriedad y raciocinio, estamos tratando de la Previsión Social de un pensionista que ha entregado su vida a la sociedad y a la patria. En su informe ‘La reversión de la privatización de las pensiones. Reconstruyendo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina (2002-2018)’ la OIT analiza y desnuda el fracaso del sistema de cuenta individual privado en los aspectos: cobertura, beneficios, costos administrativos, costos de transición, impacto social y fiscal y otros. Es indispensable e ineludible revisar el proyecto, proponer otro plan, dentro de la imprescindible reforma estructural, no paramétrica de la Seguridad Social. Reflexionemos, rectifiquemos, la Seguridad Social Complementaria no es pertinente.