Varias de las ofertas laborales de estos días, requieren que los profesionales interesados posean un mínimo de 2 a 3 años de experiencia en el área. Este es el primer obstáculo con el que se encuentran los jóvenes profesionales; jóvenes recién graduados que poseen casi nula experiencia laboral. Pero, ¿por qué las empresas buscan perfiles con experiencia previa? Para analizar esta pregunta requiere observar el mercado y las políticas estatales para inversión privada. La cadena de valor de cada empresa está muy bien definida, generalmente. Por lo tanto, el requerimiento de personal con experiencia es vital para al menos mantener su producción. Muchas de ellas prefieren seguir procesos específicos que no generen riesgo económico a invertir en capital humano que posiblemente no posea experiencia, pero que sean pioneros en innovación. Los jóvenes profesionales de este tiempo han demostrado que la innovación es su arma más poderosa. El riesgo económico que las empresas no desean tener se debe a que las políticas estatales para inversión no generan la confianza suficiente para correr dicho riesgo. Además, al fondo se esconde un problema mucho mayor, y es que el país no genera conocimiento ni tecnología, y una vez más, esto se debe a que el estado no considera en su plan de gobierno el desarrollo de productos procesados, y solo se enfoca en la exportación de materias primas. En fin, si los jóvenes profesionales no se agrupan ni pronuncian formalmente, ni las empresas se reinventan, y el Estado no escucha las necesidades de su pueblo, poco o nada cambiará esta situación.