Con un desempleo escalofriante y agravado por la pandemia, muchos emprendedores jóvenes que creen en sus capacidades y en nuestro país, se han enrumbado por los emprendimientos particulares de toda índole. Más aún con el discurso y promesa de campaña de usted, señor Presidente Lasso, de apoyaran los emprendimientos con “Capital Semilla”. Si no estoy mal, lo dijo y lo repitió como ocho veces.
La realidad y cruda verdad es otra; el Banco del Pacífico, Ban Ecuador y CFN, que serían los llamados a brindar alguna facilidad para los emprendimientos nuevos y jóvenes. Ponen todas las trabas burocráticas y absurdas que siempre han manejado. Deben tener una empresa constituida, con años en el mercado, balances que demuestren que tienen una muy buena liquidez, cuentas con movimiento de dinero que puedan verificar.
Les parecerá absurdo, pero eso exige estas seudo instituciones financieras con taras caducas del siglo pasado. Son muchachos emprendedores de 27, 30 años que están empezando su vida laboral y empresarial. Señor Presidente Lasso, yo sé que no puede estar en todo hasta las minucias del país, pero ordene y delegue a alguien que vea esto que está ocurriendo y está rompiendo sueños, ambiciones de jóvenes que están luchando y apostando por nuestro país.