La Confraternidad Carcelaria del Ecuador está profundamente conmovida por el fallecimiento del Dr. Jorge Crespo Toral, quien fue presidente nacional de nuestra entidad por más de 33 años, fallecimiento que se dio a las pocas semanas del de nuestro vicepresidente, el hermano Roberto Costa, S.J. Es difícil describir en pocas palabras a hombres que fueron verdaderos santos.
El Dr. Crespo decía que la mejor manera de hacer poesía es visitar y compartir con los presos; parecería que no hay relación entre componer versos y visitar presos, pero él tenía razón:
regresábamos de la cárcel llenos de gozo, comentando la gran sabiduría que Dios inspira a quienes comparten su palabra.
Fue el Dr. Crespo un gran hombre que vivió intensamente el apostolado carcelario, nos dio ejemplo con su lucha a favor de los derechos humanos.
Hombre excepcional de valores y principios sólidos, practicó lo que predicaba, compartió con los presos, identificándose, como si él fuera el encarcelado. Impulsó en los internos el conocimiento y práctica de la doctrina cristianay les repetía que aun estando presos iban a encontrarse libres y que nadie podía quitarles su dignidad de seres humanos e hijos de Dios. Percibió el maltrato que soportaban los internos por el corrupto sistema penitenciario y por la errada convicción de sus funcionarios de que hay que hacer sufrir al delincuente. Hizo abolir leyes (como la del “hurto presunto” por el que se metía preso a hombres inocentes) y varias disposiciones de los reglamentos de las cárceles destinadas a humillar a los internos.
Dejó su aporte a la sociedad ecuatoriana, instaurando el Método de la Asociación Para la Asistencia los Condenados (APAC), que trajo del Brasil y adaptó al Ecuador, y que logra la regeneración del ser humano que delinquió el que se convierte en persona de bien.
El Dr. Jorge Crespo, fue un referente en Latinoamérica y por qué no decirlo en el mundo, ya que fue miembro de la Junta Mundial de la Confraternidad Carcelaria Internacional y dio luces, basadas en su experiencia, para que se cambien las pésimas condiciones de vida de las cárceles y que los presos vivan con dignidad. Él, más que los mismos brasileños, propagó el Método APAC, que ha dado buenos resultados para la recuperación integral del infractor.
Ahora este método está siendo aplicado en los cinco continentes. “En el cielo hay fiesta porque ha llegado un hombre santo”.