Espeluzna ver cómo se maneja desde el Estado las leyes que conciernen al uso del suelo rural en el Ecuador. Se utiliza la tierra como que fuera un bien comercial cualquiera. Se la usa para ganar votos, dividiendo predios agrícolas (como quiere hacerse con Aychapicho en el sector de Alóag) en pequeñas parcelas para entregar a la mayor cantidad de gente posible.
Cualquier persona que entienda algo del campo sabrá que cuando un predio agrícola es muy pequeño, no da para vivir. Entonces sucede que muchas veces los dueños de esos predios terminan por dividirlos más aún para la construcción de casas. Sería ideal que todos pudiéramos acceder a un pedazo de tierra agrícola, pero no alcanza el espacio físico. Así se va acabando el campo, dónde se produce la ¡comida para todos! Inclusive para esos irresponsables que lo están destruyendo.