Los cien días del gobierno actual comienzan a desvelar las deficiencias del gobierno anterior donde primó el autoritarismo. Hoy con los escándalos abiertos contra la firma Odebrecht, se conoce que dicha empresa intervenía en los planes de gobierno que los candidatos ofrecían realizar. Con la entrega de fondos en las campañas electorales Odebrecht aseguraba la participación en esas obras y obtenía los contratos definitivos a través de sobornos. Como resultado, las obras ejecutadas fueron mayores a la capacidad real del país, y hoy nos encontramos con trabajos donde el despilfarro y la negligencia ocasionaron excesivos precios en carreteras, refinerías; de Esmeraldas y del Pacífico, aeropuertos sin funcionamiento, plataformas públicas construidas con edificios millonarios para remplazar otros que servían normalmente a la población, escuelas del milenio que utilizaron fondos que debían ir a escuelas locales para generalizar la educación y una Universidad desproporcionada en su tamaño y con objetivos que actualmente no encajan con la realidad nacional.