Era más que lógico. Cuando mi abuelita veía cómo un paisano se había metido en algún problema por sus acciones, regresaba a verme y con voz firme decía: coja juicio.
El señor de la mayoría aplastante ya vio lo que el socialismo del siglo XXI causó en la tierra del difunto, y también se dio cuenta de que no hay plata que alcance para sostener esta revolución correiana, por tanto, llegó la hora del giro a la derecha.
No más tratos con China, al fin y ya le debemos más que toda la deuda con la que empezamos, no más hablar de una nueva moneda libertaria, no más vivir sólo del petróleo, no más leyes duras contra las transnacionales.
Ahora vamos a aliarnos con el “imperio”, vamos a negociar con los europeos que nos colonizaron, vamos a aflojar la cuerda de las leyes, vamos a mirar a los empresarios, vamos a buscar quién reemplace al Cehadi aunque no sea soberano, vamos a obligar a todos a aprender la lengua neocolonizadora, vamos a emitir bonos como los 2012 ó 2030, vamos a retirarnos a Europa en lugar del paraíso, etc.
Bien señor Carondeliano. Ya era hora de rectificar y ver que, al final, el dinero no entiende de revoluciones.
Bienvenido al mundo real de la derecha.