Los Genocidios
Es de lamentar el genocidio armenio de hace un siglo, en tiempos del extinto Imperio Otomano, siendo Turquía el Estado sucesor. Pero me extraña que Vladimir Putin declare al respecto que la posición de Rusia ha sido “siempre” oponerse a los genocidios.
Esa declaración es cuando menos insólita, viniendo de un exoficial del KGB. Si bien en los últimos años de la URSS no se cometieron crímenes en masa, al menos se tenían claros registros de las acciones represivas de la policía política soviética en las épocas de Lenin, Stalin y en menor medida, de Jrushov y Brezhnev. Es imposible que Putin no hubiera conocido tales documentos.
Las deportaciones en masa hacia Siberia de los alemanes del Volga, de los basmaches y los tártaros de Crimea, las hambrunas inducidas por Stalin mediante la requisa de ganado y de cosechas en Ucrania y Kazajistán, la masacre del bosque de Katyn de oficiales y patriotas polacos, así como más deportaciones de finlandeses, bálticos, ucranianos, alemanes, polacos, etc., todo eso en tiempo de paz, ¿no fueron genocidios?
Por no hablar de la época zarista, cuando se efectuaron matanzas de judíos (“pogroms”), por ejemplo, después del asesinato del zar Alejandro II, en 1881.
La historia de Rusia y de la URSS ha estado jalonada de guerras y crímenes masivos. Negarlo me parece una hipocresía de parte de Putin.