La Asamblea Nacional constituye un componente fundamental en un Estado democrático como es el Ecuador porque en ella se concentra la representación popular a fin de fiscalizar al poder y legislar en favor de los ciudadanos. Sin embargo y ante los ojos incrédulos y la impotencia de millones de ecuatorianos ese escenario se convirtió en una feria libre, en donde se cambiaron votos y conciencias por cargos públicos, contratos, obras, etc. Él toma y daca, como coloquialmente se dice, llegó a su máxima expresión al negociar hasta con los “carnets de discapacidad”. Así es y aunque parezca increíble, muchos de los “honorables” accedieron a este documento con una celeridad impresionante, mientras que las personas de a pie con altísimos porcentajes de discapacidad no lo han podido hacer durante años. Pero, para que podrían necesitar un carnet de discapacidad los supuestos padres de la patria? Pues en muchos casos para importar vehículos de alta gama acordes a su nuevo estilo de vida, en otros para obtener exenciones en el pago de impuestos o acceder a beneficios de otros tipos. En resumen, para obtener privilegios abusando de su influencia como asambleístas en evidente perjuicio de las personas con discapacidad que en verdad necesitan de estos carnets para sobre llevar alguna discapacidad o para salvar sus vidas en casos extremos. Una vez más la realidad nos demuestra que se ha perdido la ética y el sentido del honor en el ejercicio de la actividad parlamentaria y se denigra cada vez más a la actividad política ignorando la voz del pueblo a quien dicen representar. Es por esto que como ciudadana no me siento representada por esos malos asambleístas.
En el 2021 debemos tener más cuidado a la hora de elegir a nuestros representantes y no dejarnos impresionar por populistas, demagogos o independientes improvisados y mucho menos por los que se aferran al poder buscando una reelección inmerecida cuando aún tienen deudas pendientes; alrededor de 60 asambleístas de distintos partidos y movimientos políticos están siendo investigados por la justicia por diferentes causas entre ellas por el caso de los carnets de discapacidad; y, que con el mayor cinismo y descaro pedirán que votemos por ellos.