Miramos con cierta indignación e impotencia cómo asoman candidatos a las diferentes dignidades, en muchos de los casos sin ninguna preparación académica, como debería ser, para ocupar tan alta dignidad como ser la representación popular, en la Asamblea Nacional, lugar en el que se elaboran las leyes y decretos, me pregunto, ¿qué clase de legisladores vamos a tener si son elegidos futbolistas, artistas de la farándula nacional, reinas de belleza?
No sería importante e ineludible reformar la Constitución o las leyes pertinentes en el CNE, para que se exija que los candidatos sean personas preparadas con PhD, como pregona el Presidente de la República, para algunas funciones del Estado, acaso hay intereses comunes en dicha dependencia para que no exista aquello; si no miremos con perplejidad lo que sucedió el l6 de noviembre, en las puertas del Palacio Legislativo, un grupo de estudiantes de la U. C., trayendo un burro como candidato a asambleísta, sintetizando la mediocridad de los distintos partidos políticos, que inscriben para ser sus candidatos a personajes ‘impreparados’. La Sra. Gabriela Pazmiño ha sido des veces congresista provincial, pasó sin pena ni gloria, ha asistido muy poco a las sesiones sin presentar ni un solo proyecto de ley y ahora quiere ser asambleísta nacional ¡Qué cinismo!