Es la frase más difundida a inicio de clases en el país; sin embargo, hay escuelas y colegios privados cerrados, particularmente de propiedad y regencia religiosa, que optaron por esta medida ante la imposibilidad de financiar el servicio con pensiones reducidas o por la baja de la matrícula. Si el Estado conoce cuánto cuesta educar a un niño/adolescente en un año, porque ese mismo valor no se lo hace llegar a las escuelas y colegios cerrados para que se reactiven y cubran la demanda. Cuando este modelo funcione, la educación se convertirá en un derecho universal y serán los padres de familia los que decidan donde educar a sus hijos: en la escuela pública o privada, sabiendo de antemano que la segunda también es gratuita. Me pregunto si esta fórmula no es una alianza público-privada, en la que todos ganan.