El Carmen Bajo y los museos
Un tesoro subexplotado en nuestra ciudad son los museos quiteños. El último fin de semana dejé de ignorar este potencial de conocimiento, cultura e historia, gracias a mi hijo y su maestra. Cuando pensaba que por fin iba a tener un momento para relajarme, mi pequeño me llamó: “Papi tengo que ir al Museo del Carmen Bajo”. Resignado, llevé al entusiasta niño hasta el lugar indicado por su maestra. Él no quería ser el único niño que no vaya a este tipo de excursiones. Además, que la curiosidad le sobrepasaba después de escuchar de su profesora algunas historias.
Lo siguiente fue un despertar al patrimonio histórico fabuloso, de obras de arte del tiempo de la Colonia; luego pasamos por el museo de cera y para concluir una maratón, fuimos al Museo Interactivo de Ciencias: espectacular y educativo.
Creo que no prestamos atención a esos lugares que no solo nos permiten entender nuestra historia y educarnos, también nos dan más tiempo valioso con nuestras familias. Muchas veces hasta los museos son gratuitos o tienen horarios especiales para que más gente pueda ir.