Los últimos acontecimientos relacionados con actos de corrupción de otrora altos funcionarios del Gobierno Nacional, nos llevan a meditar si iniciamos una labor educativa, que, partiendo del área básica, abarque a la educación media y por qué no a la educación universitaria, con mallas curriculares que incorporen la Prevención de la Corrupción como materia obligada de estudio. Si consideramos que en la actualidad los padres de familia comparten con los docentes, virtualmente, la educación de sus hijos, la ocasión es propicia y nunca más se dará otra oportunidad de coadyuvar esfuerzos entre miembros del hogar.
El Ministerio de Educación ya debió prever esta incorporación de materias, toda vez que es preferible educar al niño que castigar al adulto mal formado. La experiencia nos obliga a retomar materias como Moral y Cívica que fueran desechadas por nefastas administraciones pasadas.
Existen fundaciones, radicadas en el país, que podrían coadyuvar en esta noble tarea, que podría entregar en quince años una nueva juventud, con altos principios morales, con patriotismo puro, para generar mejores días para nuestra patria.
El Gobierno está en deuda con el país, en materia educativa, es hora oportuna para enmendar errores. Existen docentes altamente preparados que podrán asumir estas responsabilidades, solo resta decisión gubernamental. Terminen este Gobierno cimentando bases sólidas para un futuro mejor. Tenemos una excelente ministra del ramo, aprovechemos su experiencia educativa.