Asistí puntual a la cita médica, en uno de los centros de salud del IESS. ¿Cuál fue la sorpresa? Encontrar prácticamente vacía las salas de espera del consultorio de cardiología, y otras especialidades.
El reloj marcaba la 1.00 pm. La enfermera me tomó la presión arterial, el peso y midió mi estatura. Mi cita estaba programada para las 2.00 pm. Entré al consultorio. La cardióloga que por lo general tiene 15 minutos para auscultar cada paciente, se tomó más tiempo y pregunté ¿por qué la escasez de pacientes?
Y contestó enfáticamente, que piden citas por broma o pensé que algunos pensionistas o jubilados resentidos, para perjudicar y tener temas para criticar al IESS, hacen llamadas para congestionar al ‘call center’, perjudicando a los pacientes que en verdad la requieren.