Las cartas fueron mostradas. La voz del pueblo fue pedida y este ha respondido con un claro respaldo al actual mandatario. La suerte ha sido echada. “Ya tenemos Presidente, aunque la mitad no lo quiere a él”.
Mi hijo me ha preguntado: “¿Y ahora qué pasará?”. Mi respuesta: esperemos que todo sea para bien.
Pero por favor, usted debe recordar que no solo es el Presidente del 52%. No nos menosprecie, ni nos considere descerebrados a quienes no votamos a su favor, porque usted también es nuestro Presidente.
Salud y sea fiel a este mandato y confianza a usted otorgados.
Solo resta decir: Dios bendiga la patria, Dios bendiga al Presidente.