Un poco de dignidad
No se justifica que mientras la tecnología avanza y la modernidad nos reconforte, los principios y deberes morales se pierdan. Durante años, cientos de héroes de medallas y cartón que arriesgaron su vida defendiendo al Ecuador en la invasión peruana de 1941, mendigaron entre diputados y congresos una ley que los beneficiara por los servicios prestados a la patria. Es que sin esa ley, muchos héroes se dedicaban a zapateros, costureros y otros oficios, con los que apenan se ganaban la vida. Decenas de personajes que visitaban mi casa cuando niña. Para mí eran mendigos a los que mi padre les ayudaba con lo que podía. Ahora sé que muchos habían recibido esa medalla de película de Hollywood: la famosa "cruz de guerra", por su valentía en las guerras de 1941, la que sí requirió de mucho valor considerando que tenían como armamento, palos y piedras. Ahora, resulta lastimoso tener que ver nuevamente mendigar por estos derechos, a unos pocos sobrevivientes. Se burlan de ellos, que yo no sabía dice el Presidente, que a nosotros nos ordenan dicen en el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas Issfa. Nadie quiere decirles de frente que se piensa ahorrar sus escuetas pensiones para cuadrar el Presupuesto. Ni por humanidad ni por inteligencia (pues nosotros esperamos llegar a su edad), se respeta a estos valiosos ancianos. "Más vale el diablo por viejo que por diablo".