La Justicia es seria y clara, ésta defiende el derecho a la vida desde su concepción, no me cabe ver cómo una abogada puede inclinar su defensa únicamente a la madre y restar importancia al ser que está en su vientre.
En el Ecuador la Justicia no condena la prevención, por lo tanto la mujer está en pleno derecho de acudir a métodos anticonceptivos, estos por ser de naturaleza artificial y no ser un método natural conllevan efectos secundarios. Existe plena libertad para el hombre y la mujer para usarlos o no.
No existen prejuicios ni patrones socioculturales ni estigmas… no debemos subestimar la capacidad de discernimiento de la sociedad ecuatoriana, cuando se trata de diferenciar entre cultura de la muerte, y; la cultura de la vida, actualmente existe suficiente información y las personas deberán tomar la mejor decisión responsablemente.