Cruzando el Umbral de la esperanza es el título de una de las obras del papa Juan Pablo II, que realmente es un compendio de la respuestas a ciertas preguntas que le hizo un periodista, cuyo tema sugiere mucho sobre todo ahora que pasamos por estos duros momentos de la pandemia del coronavirus (covid-19), la incertidumbre política de nuestras próximas elecciones, el descalabro económico que en nuestro país se acentuó a raíz de la pandemia, que induce a que en ciertos momentos sintamos cierta desesperanza y estemos apesadumbrados, pero volvemos a reanimarnos y tratamos de ponernos nuevamente en una actitud positiva de mirar con optimismo que las cosas podrían mejorar.
Decía el papa Juan Pablo II: “El mundo cansado de ideologías, se abre a la verdad. Ha llegado el tiempo en que el esplendor de esta verdad comienza a rasgar nuevamente las tinieblas de la existencia humana”.
Son sus palabras que proponen cruzar el umbral de la esperanza en esta búsqueda de un futuro mejor en la que se encuentran empeñados todos los hombres.
Elel pontífice de Roma hace una cita de Pascal que dice: “Todas las contrariedades de los hombres provienen de no saber permanecer tranquilos en su habitación.”
Tenía razón ese excelso poeta ecuatoriano Ernesto Noboa y Caamaño, que en una de sus estrofas de su poema Emoción Vesperal decía: “Hay tardes en las que uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cierto, y, silenciosamente, de algún puerto, irse alejando mientras muere el día.”
Debemos renovar nuestra esperanza de que los malos momentos pasarán, se volverá a una relativa normalidad y la vida continuará dándonos una nueva oportunidad de logros, realizaciones y sobre todo paz espiritual.