Actualmente yo no me imagino cómo podemos hablar de resultados sin priorizar la calidad, la prevención y el medioambiente. Es inaceptable pensar que porque estamos en crisis en el mundo debamos dejar en segundo plano la Gestión Ética y la Responsabilidad Social de las empresas, ahora más que antes debemos priorizar al ser humano como un ente con conciencia y responsable de su entorno, llevando a cabo políticas empresariales que conlleven a tener un entorno empresarial más consciente y solidario en donde prime el beneficio común para poder luchar contra la crisis de valores y principios que nos acomete día a día. A las empresas lo que los diferencia de las demás es tener un equipo de alto nivel de calidad y cada vez más consciente con su entorno y responsable del espacio que ocupa ahora, capaz de fijarse metas humanas y solidarias para que sean capaces de transformar un resultado en una meta sostenida a largo plazo. Las empresas competitivas están basadas en la calidad de sus productos y su respeto por el ser humano y el medioambiente. A corto, mediano o largo plazo este es un aspecto rentable, en todos los sentidos para lo cual deben estar comprometidas las organizaciones y sus empleados, proponiendo y ofreciendo soluciones que conlleven un futuro de beneficio común.