Los amotinamientos de los últimos días han tenido como resultado la muerte de decenas de personas de las maneras más macabras e inhumanas que muchos podríamos haber imaginado. Videos y fotos de la masacre, además de demostrar el poco control de las autoridades encargadas de estas cárceles, dejaron en evidencia la variedad de armas de las que se valieron los involucrados para cometer estos crímenes tan atroces.
Con esto vale preguntarse, ¿cómo es que todo esto logró llegar a manos de los reclusos? Sin ánimos de especular, no queda en nosotros apuntar a alguien como el responsable o como cómplice de estas pandillas, pero lo que sin duda sale a relucir es la falta de responsabilidad y diligencia de quienes están a cargo de velar por la administración y seguridad de estos lugares. ¿En realidad las tácticas de los reclusos fueron tan buenas que pasaron totalmente desapercibidas?