José Joaquín de Olmedo, apopeya de la Independencia de Guayaquil
El continente americano nació en la aurora de la civilización humana mejor imaginada.
Dos acontecimientos marcaron el inicio de los procesos que terminaron con la Independencia de América Latina del poder español.
El primero, autoridad de dos grandes revoluciones en épocas precedentes; cuyo ideario especuló discursos y maniobras de líderes sudamericanos que influyeron de manera directa situaciones externas que vivían América y Europa.
La Revolución Americana 1774, y la revolución Francesa 1789 -Francia invade a España-. El segundo, crisis de la monarquía española con la exaltación de José Bonaparte 1808 en lugar del Rey Fernando VII, quien envolvió regiones de la América española.
En las guerras de independencia hispanoamericanas, tuvo una serie de conflictos 1809-1829. En 1810, se convocaron las Cortes de Cádiz y Juntas americanas para solucionar el vacío de poder en España. Estuvieron los diputados: José Lequerica, José de Olmedo, quien pronuncia el famoso discurso “sobre la supresión de las mitas”, opositor tenaz de esclavitud de indios y defensor de los menos favorecidos.
José Joaquín de Olmedo y Maruri: poeta virtuoso, abogado, hombre político, prócer clave de la independencia de Guayaquil, escritor. Uno de los personajes más ilustrados, participó en tres períodos importantes de la historia ecuatoriana: Colonia, Independencia del 9 de Octubre y la República.
Surge entonces el joven José Joaquín de Olmedo, conocedor de campañas de independencia con otros próceres de libertad: Urdaneta, Letamendi, Roca, etc. Olmedo participa del cónclave organizada por José de Antepara durante la noche del 1 de octubre de 1820, en la casa de José de Villamil. Proceso que finalmente asumió el Gral. León Febres Cordero.
La noche del 8 octubre estalló la revolución libertaria y la toma de cuarteles por parte de los sublevados, con la aprensión de autoridades leales a la Corona española.
El Cónclave denominado “Fragua de Vulcano” continuaría hasta el 9 de octubre, día que terminó con la independencia de la anarquía española y dar paso al resurgimiento de la Provincia Libre de Guayaquil. Con el Juramento de lealtad a los presentes. José Joaquín fue nombrado jefe político y Escobedo, jefe militar. Acontecimiento ocurrido hace 201 años.
Nelson H. Salazar Ojeda
Paternalismo gubernamental
Otra forma de corrupción! “Se conoce como paternalismo al desarrollo de conductas que son típicas de un padre tradicional, pero aplicadas a otro tipo de relaciones sociales: políticas, laborales y otras”. Provoca cierto estupor el comportamiento de la clase política, llámese de izquierda o de derecha.
Viene a cuento en razón de que se habla mucho de la reactivación económica del país, pero nadie mueve un dedo, solo la lengua que no se compadece de nadie. “Como anillo al dedo”: la locura del SSXXI, un paternalismo de interés partidista malintencionado, con propuestas deslumbrantes, jactanciosas y lavado de cerebro incluido; hasta ahora existe rezagos del servilismo. Adular a todos, pero escogidos los bonificados, los demás a la muerte cruzada.
En el ayer, todos los gobiernos sin la suerte de una excepción han sido paternalistas, como antecedente. Por lo que el actual Gobierno no debe caer en este perverso vicio, acogiéndose al absurdo de que así es la costumbre. Nadie se opone a los diálogos de buena fe, tanto en las discusiones empresariales como en las negociaciones con los poderes políticos. Pero lo que si debe estar claro como el día, es que este diálogo no sea preferencial, tampoco tolerar una imposición partidista, indigenista, gremial o sindicalista.
Deberíamos terminar de una vez con este paternalismo, que interfiere con la libertad o autonomía, donde los únicos beneficiados no son el pueblo precisamente. El desenlace gubernamental deberá ser favorecido para los diecisiete y medio millones de ecuatorianos, “ni más ni menos”. “Aun sabiendo que la puerta está abierta… la costumbre a veces nos hace vivir en una jaula”.
Por años en Ecuador muchos se han opuesto a todo y nada, critican la realidad para seguir lucrando, y no desvelar lo negativo. Hoy por hoy, el único antojo de esta perniciosa clase politiquera que descansa en el Congreso y otros estamentos: desestabilizar al Gobierno para subir su “rating”, a costa del hambre y desnutrición del pueblo por la falta de empleo-trabajo. Bloquear proyectos y otras necesidades, sin consentir la duda de que pueda florecer, actuando bajo el capricho o la necedad. De no ser así, se olvidan de que son servidores públicos y no empresarios; someterse al trabajo desinteresado para el cual fueron elegidos. Todos estamos en la obligación de remar al unísono o nos hundimos. ¡Así sea!
Luis Vicente Medina de la Bastida
El Santo de Asís
El mundo veterinario, celebra todos los 4 de octubre, el día de su patrono San Francisco de Asís, decisión originada hace 80 años, cuando en la época del nacional catolicismo se dispuso que todas las profesiones tuvieran un santo patrono, correspondiéndole a la veterinaria, la vigencia del santo de Asís, decisión cargada de justicia, debido a las múltiples acciones y expresiones que, durante su peregrinaje (1181-1226), expresara el santo en defensa de los animales.
Es muy conocida la frase: “Dios creó todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma humana o animal, todos son hijos del padre y fue tan perfecta su creación que dio a cada una su propio entorno; y a los animales, un hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos, como el propio paraíso”, para sellar con esta: “los animales son mis amigos, y yo, no me como a mis amigos”, que hablan de su infinito amor por ellos.
El hombre, mis estimados lectores, se debate en luchas fratricidas, donde a toda costa se ufana de matar a su congénere; en mi país, Ecuador, cada día que pasa nos vislumbra el asombro, cuando vemos incapaces, de frenar una matanza de hermanos en las cárceles, que parece no tiene fin. Mientras por otro lado, la injusticia científica, también se cierne sobre la veterinaria, al ignorar su papel decisivo en la defensa de la vida humana y animal, sentencia que como espada de Damocles, hiere la sensibilidad de su legado científico, al negársele últimamente su participación en la lucha contra la pandemia, tema y persistencia que ha permitido salga a luz una sentencia de la propia OMS, que hace 25 años pronunciara, de que la salud integral se logra solo al fusionar la salud humana, animal y el ambiente, verdad que solo ahora toma vigencia.
En fin, la vida sigue su curso, y la veterinaria como profesión la suya, prodigando su legado, como acción inequívoca del valor médico que ella encierra.
José Manuel Aguilar Reyes
Los médicos
Los médicos. Los vemos correr para salvar vidas. Los vemos disfrutar al ganarle la batalla a la enfermedad, y en muchas ocasiones, a la muerte. Pero sus voces no se escuchan cuando se trata de hablar por los seres humanos que están dentro del vientre materno y que son asesinados diariamente. ¿Por qué no defienden la vida de esos inocentes? ¿Por qué no salen a las calles a pedir respeto por su profesión? ¿Por qué no reaccionan? No se pueden callar ante esta atrocidad. Porque el que calla, otorga. Basta con revisar los comentarios de temas a favor del respeto a la vida del no nacido en redes sociales, periódicos o revistas.
Vemos a periodistas, arquitectos, comunicadores sociales, abogados, políticos…, pero, ¿y los médicos? ¿Acaso no juramos defender el derecho a la vida, desde la concepción? Mientras tanto, nos van ganando en esta batalla, los sembradores de la muerte. Algunos estamos cansados de esta dura lucha provida. Hacen falta voces jóvenes, de doctores y doctoras, de médicos. Actúen, por favor.
Mario Monteverde Rodríguez