El Municipio lo que está haciendo es reglamentar la ordenanza en base al resultado de la pregunta 8 en la consulta popular. La misma que desde un inicio fue tramposa y manipuladora, con dedicatoria para perjudicar a cierto sector de la ciudad de Quito que vive de la fiesta taurina. Si se quería hacer un cambio real como ocurrió en Cataluña debió preguntarse si se eliminan o no los toros. Y al igual que la pregunta de los casinos y juegos de azar, su alcance tenía que ser nacional.
Ahora los antitaurinos se rasgan las vestiduras, ensucian la ciudad con sus grafitis y consignas, cuando debieron cuestionar la pregunta y el engaño de este Gobierno antes de que se apruebe la consulta, mientras tanto cuál ha sido el resultado de toda esta manipulación, que el pobre toro seguirá siendo torturado para morir en los chiqueros, la fiesta brava continuará…
En resumen el resultado de esta pregunta no satisface a antitaurinos ni a taurinos.