Es una realidad innegable que como sociedad estamos nadando en un mar de plástico y contaminación, entristece ver la actitud fría y parca ante una problemática tan extrema, remontemos a la realidad, al día a día, al salir de casa dar un par de pasos es inevitable encontrar basura, provoca una sensación de impotencia, no saber qué hacer, actuar y hacerse cargo de esa basura pero un par de pasos más allá la historia es igual. Ahora, el pensamiento que me abruma es, por qué no somos conscientes de la realidad que atravesamos, por qué como sociedad no nos damos cuenta de lo crítica que es la situación, pero por sobre todas las cosas, por qué no actuamos.
Y la única respuesta que surge es que como sociedad no estamos educados para entender lo nociva que resulta después de un tiempo la omisión de una acción en favor del ambiente. Nos falta concientizarnos, estamos en un lugar finito que si bien ha durado va a terminar por destruirse, pero para nuestra mala suerte necesitamos que pase para entenderlo, no son suficientes datos científicos ni señales, y eso creo que nos va llegar a un callejón sin salida que nos va a costar nuestro estilo de vida.
Estamos tarde para reaccionar y no hemos mostrado la más mínima señal de preocupación ; pequeños actos acumulados apoyan a mejorar.