Poco a poco, sin darnos cuenta, el régimen de la verdad absoluta ha ido trabajando sistemáticamente en malacostumbrarnos al conflicto.
Magnífica la estrategia de la honra, USD 80 millones más 3 años de cárcel; ¡llenar de miedo a la sociedad! La revolución ciudadana estará en marcha mientras la discrepancia sea delito y la honra del “ilimitadito” gane más plusvalía que cualquier terreno “pelucón”.
No debemos ser cómplices del secuestro de nuestra libertad.
¿Estamos esperando que seamos nosotros los perjudicados para actuar?
Reaccionemos, manifestémonos, pongámosle límites al ‘ilimitado’.
La condena no es para los señores Pérez, para el señor Palacio o para diario El Universo, la condena ya es de todos. ¡La sentencia emitida pretende amordazar a todo un país!
Desterremos el miedo que nos ata; al final, sin libertad no seremos ni la sombra de lo que somos.
No tenemos nada que perder si estamos en el camino que conduce a perderlo todo. Dejemos libre a nuestra conciencia porque es hora de actuar.
La condena ya es de todos, ahora somos todos quienes tenemos que “apelar”… y que pelear.
Libres o… libres. Carajo.