En nuestro paÃs desde hace varios años se debate el tema de competitividad. Los enfoques se han centrado, casi de manera exclusiva, en el tema económico: aranceles, salarios y otros factores relacionados.
Sin embargo, hay otros factores que influyen como la calidad. Cualquier producto, del nivel que sea, se aprecia en los mercados, principalmente por su calidad. Los precios, siendo importantes, son un factor que va de la mano con la calidad. Aún en mercados con menores exigencias, la calidad termina imponiéndose. Para que los productos mantengan su vigencia en los mercados, es necesario lo siguiente: a) que la calidad sea constante, que no haya variaciones en la misma; b) que los productos tengan estabilidad de acuerdo a su naturaleza y calidad; c) que los precios sean competitivos. Como podemos ver la calidad se impone en un mercado exigente.
Para que esa calidad se mantenga a lo largo del tiempo, se requiere de la participación de profesionales, con conocimientos de todo lo relacionado a las diferentes etapas del producto: desde su origen hasta la llegada a la planta, de la siembra, cosechas, transportes y almacenajes adecuados, los insumos como fertilizantes, quÃmicos para evitar plagas, de las proporciones adecuadas de aditivos y consumibles, de la calidad de los reactivos para los procesamientos y análisis, etc.
Si no entramos en la normatividad, nuestros productos continuarán siendo relegados, ya sea mediante aranceles, o, lo que es peor, de rechazo por su calidad.