Qué vergonzoso para la sociedad y las generaciones futuras comprobar que la corrupción endémica que arrastra nuestro país ya no tiene remedio, destinar a la Fiscalía investigue toda esta maraña de exabruptos cometidos en los dos parlamentos Nacional y Andino como que allí hubiesen miles de desocupados agentes que tienen trabajo ya de por si complejo y que en buena medida aportan a esclarecer casos de corrupción, ya es tiempo de reformar los alcances de los parlamentarios con una ley que con estrictas medidas lleguen a la Asamblea únicamente personas preparadas que ganen sueldos promedio así como reducir a 50 el número de curules y asesores, quizás emular al Parlamento sueco o noruego y dar un toque de timón en el país y ejemplo para América Latina.