Sin mirar atrás tenemos que vivir cada día con lo que tenemos entre manos. Hacer lo mejor posible mientras tenemos la oportunidad. Mientras estemos sobre el planeta Tierra, una sola es la oportunidad. No importa el lugar en el que vivimos, ni los ruidos que escuchamos en la ciudad de Quito; somos miles sus habitantes, no tantos reclamos, porfis. Luchemos para que todos vivamos como hermanos, muchos quiteños, y no quiteños, no tienen ni lo mínimo necesario.