El país quedó atónito con las manifestaciones en Estados Unidos a raíz del asesinato de George Floyd el 25 de mayo del 2020.
Sin embargo, para nada captan la atención pública las expresiones de racismo que existen en nuestro país. Se viven todos los días.
La mayor parte de la población es mestiza, sin embargo, siempre está negando sus raíces indígenas. Menospreciando al “cholo”, “longo”, “runa” y “auca”, diferenciándose de ellos y negando la presencia de los mismos en su propio ser, sintiéndose superiores, definiendo la belleza con un estereotipo europeo, prefiriendo todo lo que pueda connotar ser extranjero.
Demostramos toda esa prepotencia para no resignarnos a ser lo que somos.
Queremos cambiar nuestra identidad, queremos sentirnos importantes. Sin tener en cuenta que es el sentido de la identidad sin establecer comparaciones con nadie, lo que nos haría más fuertes y orgullosos de ser ecuatorianos. Sin embargo, en vez de eso preferimos negar el racismo que sentimos tan inculcado en nuestra manera de percibirnos convirtiéndolo en normalidad y poniendo nuestra atención en otros países.