El Comercio publicó el 3 de octubre una carta firmada por el Procurador Judicial de Correa, con el objeto, supuestamente, de aclarar determinadas decisiones del expresidente, las cuales no hacen más que contradecir algunas verdades y defender con egolatría al gobierno pasado:
1.- Hay que partir del hecho de que nadie es perfecto, inclusive, obviamente, Correa y eso debe entenderlo él más que nadie. 2.- No creo que sus decisiones hayan reflejado el interés de la mayoría, si no exclusivamente el de sus seguidores. 3.- El tiempo lo dirá si Ud. se benefició o no económicamente de 10 años de gobierno. 4.- Si la carta fue escrita por su abogado no tiene nada de raro que siga aplaudiendo sus decisiones, porque para ello se les paga. 5.- Llamarle al juicio con el cual se le sentencia, “pseudo proceso penal” pese a haberse presentado las pruebas testimoniales, documentales y periciales necesarias, es una desvergüenza, igual cuando se afirma que “la justicia en el Ecuador se realiza por impulso del odio”, o cuando se habla de la “politización de la justicia”, pues ni los dueños del periódico El Universo; ni ninguno de los vinculados al “30 S”; ni ninguno de los jueces separados, por error inexcusable, creen eso. 6.- Los colegios del Milenio, los hospitales y las carreteras no sorprenden que se hayan construido dados los precios altos del petróleo, aunque lo deseable hubiera sido que se hagan sin sobreprecios, sin coimas y de mejor calidad. 7.- Pensar que es una conquista el haber establecido un nuevo régimen de trabajo para las empleadas domésticas, es tapar el hecho de que la mayor parte de ellas ya no tiene trabajo por los beneficios desmedidos que se crearon. 8.- Atacar a la oligarquía por su falta de apoyo a su gobierno, es una falsedad, porque la mayor parte de los inversionistas “importantes” mejoraron su situación, en la década perversa. 9.- Lo que debe tener claro es que ya no tiene el apoyo político de los años pasados, de ahí que nadie salió a protestar cuando la prensa informó que fue sentenciado.