No sea que el voraz negociado de las maquinarias, en complicidad con ciertas autoridades que medran de las coimas y sobornos, sepulten a otra reserva de vida, agua e historia de la humanidad. No sea que se mate a la gallina de los huevos de oro y a uno de los potenciales turísticos más importantes del Ecuador.
Hace algunos años con la autorización del municipio de Penipe, las empresas contratadas iniciaron trabajos para dos nuevas sendas de acceso al Altar, también conocido como Capac Urcu o montaña sublime, a través de La Candelaria y de Releche respectivamente, depredando sembríos, pastos y bosques nativos, sin consideración ni indemnizaciones hacia sus propietarios.
Estas obras como se conoce, fueron abandonadas cuando se acabó el presupuesto, o lo que es lo mismo, cuando se feriaron los recursos de los ecuatorianos ante la frustración y desesperanza de la gente del sector. ¿Qué pasó? Lo que ocurre casi siempre en estos casos, los politiqueros bombardearon a las comunidades con ofrecimientos de campaña electoral hasta encaramarse en el poder y alcanzar sus protervos intereses, luego nada importó, peor los daños causados, “les ofrecimos, ahora busquen quién les dé” pues el pueblo siempre paga, las farras a las que jamás asiste.
Son evidencias objetivas de dos proyectos millonarios paralizados que esperan ser fiscalizados, auditados y revisados por las autoridades, para en caso de encontrar trazos inadecuados, sobreprecios o anomalías, denunciar y sancionar a los culpables.