El Señor Fiscal General al glosar (15, Noviembre, 2016) un artículo del columnista Miguel Rivadeneira Vallejo pues a su criterio afecta “la labor desarrollada por la Fiscalía General del estado en su lucha contra la impunidad”, me da la oportunidad de refutarlo porque he sido víctima del quemeimportismo e irresponsabilidad de esa Fiscalía en el trámite de la temeraria denuncia que hiciera el portavoz de la Embajada de Estados Unidos Sr. Aaron Sherinian en mi contra, hace más de 10 años. En efecto, apenas se montó el escándalo la Fiscalía inició las investigaciones pero actuó con pies de plomo, y pese a que el Juez Penal Dr. Raul Salgado Serrano dictó en enero pasado Resolución absolutoria a mi favor, al calificar de falsa dicha acusación, el Fiscal no demostró agilidad en la investigación del presunto delito de asociación ilícita en que se incurrió para perjudicarme, dejó transcurrir el tiempo lo que impidió que se haga justicia quedando sin castigo esa malsana acusación. Es decir, la Fiscalía permitió que se queme tiempo deliberadamente hasta lograr que el delito quede impune pues su inacción hizo que opere la prescripción. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que la Fiscalía alcahueteó la impunidad. Hice conocer al Fiscal Chiriboga de estas demoras, pero no actuó, favoreciendo así la impunidad contra la que dice luchar.
Por ese motivo, estoy demandando al Estado ecuatoriano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pues el injustificado transcurso del tiempo impidió sancionar a quienes me enrostraron la falsa imputación de un delito. La Convención Americana de DD.HH. fue violada reiteradamente por el Estado Ecuatoriano y sus culpables tendrán que responder en su momento.
Le agradeceré disponer la publicación de esta carta, que desmiente la supuesta lucha contra la impunidad en la que dice estar comprometido Galo Chiriboga.