Lo que pasa en Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina respecto de las marchas opositoras, sí tiene que ver con motivaciones raciales, regionalistas y de odio. Lo ideológico va por el tema de la recuperación del espacio político y el control económico. Hablando de nuestro país, podemos ver la desesperación de los grupos hegemónicos que han perdido espacios políticos y ven amenazados los espacios sociales, ahí se sienten heridos. No es posible que una clase media, socialmente inferior a ellos, asuma emprendimientos y nuevas empresas. Se puede ver también la inconsistencia de lo que piensan vs. lo que practican, pues como neoliberales cacarean las libertades, pero siempre y cuando no les toquen o compitan con sus intereses. Por eso es que han hecho causa común a nivel regional y manejan el mismo discurso agotado de la Familia, la Tradición y la Propiedad, desenterrando las famosas FTP de los años 80.
Clarísimo que también utilizan a los grupos antagónicos, coyunturales, para fortalecerse y crear la imagen de unidad en contra del totalitarismo. Ese, del cual han hecho gala en centenas de años en nuestros países y no han logrado desterrar las desigualdades y pobreza.
En una década, un proceso social les ha dado una lección de gobernabilidad y eso les duele