El hombre sin personalidad no es un modelo sino una sombra. Miguel Rivadeneira, en su inflamado comentario titulado “No jueguen con fuego”, (Diario El Comercio/06/09/2016), está demostrando, una vez más, que Dios le ha dotado de una personalidad valiente, firme y mente lúcida, al afirmar que “En Venezuela y Ecuador los gobiernos están llevando a situaciones extremas en su afán desesperado de distraer la atención por la grave situación económica a la que le han llevado a los dos países y ponen en riesgo la estabilidad y la paz social interna, afectadas por acciones arbitrarias, prepotentes, intolerantes y contra las libertades y los DD.HH., que desafían a las instituciones y organizaciones sociales.”
Y tratando de domeñar este juego con fuego que retoza como potro desbocado en el actual Gobierno, el ilustre columnista Rivadeneira, aclara que “Las FF.AA. se deben a la nación y no a un proyecto político y no se asemejan a las politizadas y deterioradas de Venezuela”.