Propuesta para eliminar el Consejo de la Judicatura
La última iniciativa del Presidente de la República para modernizar definitivamente la Función Judicial, obviamente sin meter las manos, me parece lógico y oportuno. Esta nueva institución, el Consejo de la Judicatura, introducida en la Constitución del 2008, aparentemente tiene influencia en la Corte Nacional, que esta permanentemente con la espada de Damocles es su cabeza; no hay que olvidar que en el gobierno de Correa, claramente se demostraba su preeminencia, inclusive en actos sociales el presidente de ese organismo relegaba a la cabeza de esta función del Estado.
En algunas oportunidades he sugerido, que de prevalecer esa institución debería ser tutelada por el presidente de la Corte, que debe volver a llamarse Suprema de Justicia, para que se restituyan sus auténticas y correspondientes potestades. Lo que no quiere decir que se deje de lado el control y la supervisión de los jueces y funcionarios judiciales; inclusive como aporte académico, colaboré en la elaboración de una tesis de grado en la Facultad
de Jurisprudencia, Universidad Central del Ecuador, de la doctora Yolanda Gallardo, con la que publicamos un libro, como propuesta innovadora para la Auditoría Judicial, que se instalaría como un departamento adscrito a la Corte Suprema. Auditoría que sería secuencial, aleatoria o puntual en casos específicos. Esto significaría también que buena parte del gran aparato técnico-administrativo, actualmente montado en el Consejo de la Judicatura, se incorpore directamente al proceso judicial, aporte de talento humano que mejoraría sustancialmente su funcionamiento.
Wilson Torres Espinosa
Usar el Bicentenario para llevar el lodo, el peor desatino
Con incredulidad leo en las páginas de este prestigioso medio de comunicación que el Municipio de Quito dio la autorización para poder ocupar el parque Bicentenario como la escombrera de los lodos ocasionados por el último aluvión del sector La Comuna sin meditar o analizar los potenciales problemas ambientales que pudieran ocurrir.
El parque Bicentenario, que en sus inicios se lo llamó el “Central Park” de Sudamérica, es un lugar para el esparcimiento, distracción, practicar algún deporte o simplemente disfrutar un día libre. La decisión tomada por el IMQ solo reafirma que el parque Bicentenario lejos está de convertirse en el ‘Central Park de Sudamérica’, y más bien termina siendo la escombrera municipal.
Mi indignación es tanta que me cuesta creer que la administración, por las urgencias del momento, no pensó en la afectación de miles de hogares que colindan con el parque. En este sector, en el norte de la ciudad, existen muchos barrios, ciudadelas, colegios, escuelas, centros de salud, y es el lugar donde vienen de toda la ciudad para pasar un rato de distracción.
Por lo que solicito al actual Alcalde que revea esta decisión arbitraria, y de una solución a los problemas que ya está ocasionando la nueva escombrera de la ciudad.
Rosa Rodríguez Espinosa